13 jul 2011

Los Pueblos de Gasalia: Elfos

Los Pueblos de Gasalia

Después de haber presentado el origen de Eldia (Leyenda de las dos Espadas) y de los primeros pobladores de ese mundo desconocido y plagado de misterios (Elvetris y Demonios), quiero daros a conocer, de forma panorámica, las distintas razas que pueblan el mundo conocido de Eldia, el gran continente llamado Gasalia y donde tienen lugar cientos de diversas leyendas que también algún día os mostraré. De hecho, ya tengo recopiladas una buena cantidad de relatos clásicos de Gasalia, pero para un lector ajeno a este mundo le resultaría complicado entender buena parte de ellos. Por eso me he decidido a continuar la evolución que sufrieron los Elvetris en su éxodo por todo el mundo huyendo de la devastación que si bien expulsó a los Demonios, les dejó a ellos sin poder y con el tiempo, se fueron transformando en otras razas.

Se dice que el tiempo que tuvo que pasar para que los Elvetris se transformaran en Elfos o Enanos (los más antiguos dados sus restos arqueológicos) tuvieron que pasar unos mil años. Lo más fácil es que fueran incluso el doble.
Los otros dos pueblos descendientes son los Acuáticos y los Humanos, ambos pueblos totalmente diferentes y sin embargo, con el origen comun de la misma raza de los Elvetris.
También quiero aclarar otra cosa, si hago un análisis de las culturas por separado es porque todos los pueblos en un inicio crecieron por separado y vivieron aislados al resto de descendientes Elvetrianos durante varios siglos. Por eso es importante conocerlos cada uno de manera individual.
Empecemos pues, con esta guía de los pueblos de Gasalia.




ELFOS

Los Elfos siempre han tenido muy claro su origen. Se consideran a sí mismos los descendientes más directos de los elvetris y los únicos que han sabido conservar intactos las tradiciones y conocimientos de sus antepasados.

Gracias a su aislamiento durante siglos (los casi mil años de la Edad del Refugio) en los profundos bosques de Silverdan, hoy podemos saber todos los detalles de aquellos primeros elvetris que se refugiaron en aquel lugar huyendo de la devastación demoníaca eran miembros de las familias Elbanor y Simdir. Se conservan numerosos escritos de la vida en comunidad de estos primeros habitantes de Silverdan.

Estos elvetris sembraron el bosque de Silverdan de Árboles de Plata, cuyas raíces no se alimentan de los nutrientes de la tierra, sino al contrario, expulsan pequeñas dosis de magia a la tierra y crece con la energía del sol que captan sus hojas plateadas, que absorben mucha más luz que las hojas normales. Cada dos años, el árbol, cuando ya tiene un tronco grueso, muda de hojas, las cuales están cargadas de magia natural que sólo los Elfos saben cómo aprovechar.

Es por esta razón por la que esos bosques en los que los elvetris se refugiaron, se llaman hoy Silverdan, por la cantidad de Árboles de Plata que en ellos se encuentran. Es gracias a estos árboles por lo que los Elfos son las criaturas que más magia poseen y que mayor facilidad tienen para usarla.

No es de extrañar, por tanto, que los Elfos se hayan denominado así, pues en el idioma Arcano, el idioma de los elvetris (conservado gracias a los escritos de los Elbanor y los Simdir) Elfo significa “elvetri que vive en el bosque” ó “Elfo de los árboles”. Esta última traducción se relaciona con un uso muy importante que les dan a los Árboles de Plata más antiguos: usan la propia magia de la planta, ensanchan la corteza, la ahuecan y crean todo tipo de estructuras de asombrosa belleza en su interior. Las llamadas Torres y Casas Árbol.
Otra razón sobre el significado de Elfo podría deberse a que los Elbanor usaban en su escudo de familia un roble de sinople blanco.




Las Causas Elvetrianas permanecieron casi intactas, sólo que ellos las llamaron Caminos.

Como descendientes más directos y conservadores del poder de los Antiguos (como ellos llaman a los elvetris) el Culto a la Luz se convirtió en una parte fundamental de su sociedad.

Si bien se diversificó bastante y se alejó de los ritos mágicos, los Elfos se sirvieron de esta Causa (Devoción) para mantener la esperanza de que su fuerza y pureza se mantendrían lo más inalterables que les fuera posible. Lógicamente, los casos extremos llevaron a la endogamia y únicamente pudieron salvarse gracias a su contacto con los Humanos (inicios de la Edad de la Alianza), a pesar de lo que quieran decir los ancianos sobre esto.
El mestizaje, aunque sancionado por el Culto, fue necesario para la propia supervivencia de los Elfos durante bastantes años.
El Culto se divide en dos ramas: los Sacerdotes, liderados por un Sumo Sacerdote, que guían la fe de los creyentes y llevan a cabo labores tanto de fe como de política y los Hierofantes, hechiceros en el fondo, sólo que aborrecen las magias destructivas de los Elementos (Fuego, Agua, Tierra y Aire) y confían en los Dioses de la Luz para ganarse sus poderes.
En realidad la magia de los Hierofantes es una magia turbia, de la que se conoce poco fuera de los Templos Sagrados en los que se imparte esta disciplina. Aunque se sabe que contiene trazas de energía Elemental, ningún Mago ha conseguido todavía realizar un análisis preciso de la magia de Luz.
Los Hierofantes aseguran que es energía inspirada directamente por los Dioses y aunque nada ni nadie pueda probarlo, lo cierto es que funciona y su poder no es desestimable.


El Camino de la Magia es otro pilar básico de la sociedad élfica.

El gran problema al que se enfrentaron los primeros hechiceros Elfos, sobre todo en las primeras generaciones, fue al profundo miedo y rechazo que le tenían los Sacerdotes a todo lo que sonase a modificación de la Naturaleza, probablemente inspirado por el miedo al regreso de los Demonios o su relación con la sed de magia que mucho Elfos magos sufren de vez en cuando.
Esta afección que sufren muchos magos élficos proviene de las relaciones endogámicas que tuvieron sus antepasados y de la adaptación de sus cuerpos a la energía proveniente de las hojas de plata. Tristemente, por esta razón la Magia no tuvo la carga social que sí tuvo el Culto de la Luz pero con el tiempo, y la relación con el resto de razas, los magos Elfos descubrieron que no sólo ellos poseían Magia en las venas y por tanto, la mayoría de los viejos prejuicios hoy día sólo se mantienen entre los sectores más radicales del Culto.


El Camino de la Fuerza es otra que se cree nació en la primera generación de Elfos (ya se denomina “elfo” en el momento en el que los elvetris recién nacidos no poseen la magia o la fuerza interna que sus antecesores) y a raíz del gran aumento por aquel entonces de monstruos depredadores que también hicieron de los bosques de Silverdan su hogar.

Hay diferentes formas de seguir el camino de la Fuerza para un Elfo:

  • La caza. Como seres que han aprendido a valerse del bosque y sus criaturas de manera simbiótica, los Elfos valoran en gran medida la caza. Ya sea para alimentarse o para defenderse.
Los cazadores Elfos siempre han sido seres erráticos y ermitaños pero, por alguna extraña razón, han ido creando un círculo apartado al resto de la sociedad. Un círculo jerarquizado regido por el Guardián del Bosque, una especie de Maestro de cazadores y vigía, que controla todo el movimiento que se realiza en el bosque. Ningún Elfo ajeno al círculo de cazadores sabe mucho sobre el Guardián del Bosque, pero nadie se atreve a poner en duda su labor.
Además de su función de conservación y protección del bosque, los cazadores están obligados a acudir a la llamada de su pueblo si éste se lanzara a la guerra fuera del bosque.

  • El ejército. De todas las antiguas formaciones militares que poseía el Imperio Elvetri, los Elfos sólo han conservado la división de los lanceros.
La única razón que existe para pensar en ello es porque las familias Elbanor y Simdir habrían formado parte de esta sección del ejército imperial.
Los lanceros élficos se cuentan entre los guerreros más aguerridos y duros de todo Gasalia. También de los más preparados.
Sus lanzas, elaboradas con hierro, plata y madera de Árbol de Plata, son unas armas magníficas de inimitable artesanía, pues los patrones de forjado se han pasado de herrero a herrero durante generaciones. Se cree, además, que en parte de su proceso de fabricación, se hace uso de la magia.

  • La diplomacia. Todos los pueblos descendientes de los Elvetris no dudan en incluir en su Historia particular el detalle de que fueron ellos quienes llevaron la diplomacia al resto de pueblos. Curiosamente, este aspecto ha sido el único que todas las razas han conservado de su origen común.
En el caso de los elfos, al confiar más en la fuerza de las palabras y la sabiduría de la edad que en el poder adquisitivo o territorial, desde que se tienen registros de finales de la Edad del Aislamiento, el gobierno y administración de los territorios élficos recae en manos del Consejo de Sabios. Siempre ha de haber un Sabio por cada asunto de gobierno. Por ello, hay un sabio de la política, otro de la defensa, otro de la magia, otro de la Luz y un último sabio, normalmente el más anciano de todos, dedicado a la conservación y registro de todos los hechos históricos importantes: el sabio Archivero.
 El valor de la Historia entre los Elfos es inestimable y dado que son seres longevos pero mortales (la mayoría alcanza los doscientos años) se ven obligados a recoger en sendos archivos todo lo que acontece y es relevante para sus vidas.

Estas son las tres Causas Elvetrianas que los Elfos han adaptado a sus vidas, pero, a estas, hay que añadirle una nueva forma de vida que los Elvetris no poseían: la artesanía.

Los Elfos y el resto de pueblos se diferencian de sus antecesores de aquel gran abuso y dependencia de la magia para todo. Los Elfos, al desarrollarse más limitados en su capacidad mágica (una gran capacidad pero aún así, con un límite) tuvieron que dedicarse con trabajo físico a todo aquello que antes les solucionaba la magia: carpintería, minería, herrería, costura, construcción… todo fue realizándose cada vez más por métodos físicos. Si bien es cierto que para muchas de estas actividades la magia se encuentra involucrada, sólo es en una proporción ínfima, exclusiva en ciertos detalles.
Dentro de la artesanía entraría también la música, la joyería y la ebanistería, campos en los que los Elfos han sido envidiados por el resto de razas desde que se conocen entre ellas.


Una tradición de la cual no se sabe cómo surgió fue la de tatuarse todo el brazo y antebrazo derecho con motivos florales y naturales según el Camino que hubiesen escogido en sus vidas:

  • Las enredaderas con flores en forma de estrella en aquellos que eligiesen la Devoción.
  • Las ramas con bayas y frutos en aquellos a los que la Magia les resultase más cercana.
  • Los tallos de espino y rosas blancas en los brazos de los que jurasen defender Silverdan y aquellos territorios en los que los Elfos tuviesen una Casa o Torre Árbol.
  • Y por último, una hiedra de ramas y hojas de formas caprichosas para los elfos consagrados en las labores de artesanía.


Muy relacionado con el asunto de los caminos y los tatuajes en su brazo, está el tema de la mayoría de edad.
Los elfos no se consideran mayor de edad según una franja temporal en sus vidas. No hay ninguna prueba especial que superar ni ninguna conmemoración única, simplemente, con el límite de los cien años de vida (la mitad de un elfo común), todo elfo o elfa debe haber encontrado su Camino en la vida. De no ser así, no podrá pertenecer a la sociedad élfica ni en Silverdan ni en ningún otro lugar. Abandonará el apellido de su familia y sólo se le conocería por elvrahis, que significa elfo sin Camino, Errante… en definitiva, un proscrito y un marginado.

Todos los elfos se apresuran una vez abandonan la infancia (algo más pronto que los humanos y enanos pero equiparados con los acuáticos: sólo a los diez años de vida ya piensan y razonan como un adulto) a aprender de todo adulto especializado en su Camino personal y además, socialmente, el límite de los cien años es una herramienta de presión continua pues es la diferencia entre un elfo honorable y provechoso para el bien de la raza o la vergüenza y deshonra personal acompañadas por la ira de todos sus familiares.
Existen muchos pueblos oficialmente formados por elvrahis y comunidades de elfos que se han adaptado a las ciudades humanas o enanas. Algunos incluso se autoexilian en las islas del sur conviviendo con acuáticos en pueblos anfibios (poblaciones mixtas de acuáticos y razas terrestres).
Una ligera minoría intenta imitar a sus congéneres llevando una vida sencilla y jurando proteger determinados bosques al estilo cazador de Silverdan.
Los que menos, no soportan el rechazo y acaban muriendo tras largos años de penurias, adicciones etc.