19 may 2012

Criaturas de Gasalia: Criaturas mágicas



Continúo investigando la obra de Ethan Dariel y por fin he reconstruido lo que creo que es el bestiario completo de las criaturas míticas de Gasalia. Estas criaturas son algo más cercanas a los animales y bestias, pero con características especiales que las convierten en seres superiores, a veces incluso por encima de las criaturas civilizadas o tribales. Sin duda, el único rasgo que les aleja de ser criaturas superiores en todos los sentidos a las expuestas en el anterior capítulo es el de la inteligencia y una relación muy estrecha con la magia. 


Sí, en efecto, estas criaturas fabulosas poseen magia pero no al nivel que, por ejemplo, un duende o una ninfa, que, hasta donde sabemos, hacen uso de pequeños poderes internos con total conocimiento de ellos.
Será mejor que no me ande más por las ramas. Esto que encontraréis aquí es sólo una selección de las más increíbles de todas las criaturas míticas de Gasalia. Hay (o hubo) muchas más en el bestiario de Ethan Dariel, pero a grandes rasgos, sólo resultan ser variantes de las mismas criaturas aquí ya expuestas.


Dragones

Sin duda, la criatura con mayor representación en el imaginario universal. Pocas historias populares son las que no incluyen un dragón y la mayoría de familias nobles antiguas lucen en sus blasones un flamante dragón. Muchas espadas se han llamado "Diente de Dragón", "Llama dracónida", "Vuelo de dragón"... pero, ¿dónde están los dragones? Pues me temo que sólo ahí, en los ecos de una época dorada en la que el mundo era más mágico y lleno de vida que ahora. Me refiero, por supuesto, al tiempo en el que los Elvetri dominaban Eldia. Todo lo que sabemos sobre dragones proviene de aquella época: dibujos, relatos, inscripciones... y pocos, muy pocos restos físicos, pero los suficientes para hacernos una idea aproximada del tamaño de un dragón. El remanente más famoso es el el Cráneo de Fersuzalem, una calavera de dragón gigantesca que preside la sala del trono del castillo de Fortaleza, capital de Miris. Si nos guiamos por las dimensiones de  de estos huesos, y las crónicas que aseguran que Fersuzalem era el más viejo de los dragones y el último en morir, está claro que podían llegar a medir más de 10m de largo y 15 de ancho con las alas extendidas. Su altura probablemente variase según el sexo, pero también se supone que no menos de 4-5m.
Todos los tratados coinciden en los mismos puntos a la hora de describir un dragón: parecido a un gran reptil alado, gruesas y brillantes escamas mineralizadas, duras y que sólo se quiebran con filos de acero reforzado con diamante. Sus patas delanteras son más pequeñas que las traseras, que son mucho más poderosas y grandes, por lo que creemos que se alimentaba cazando a sus presas con éstas o bien con la boca, con dos hileras de dientes: la exterior de piezas más grandes y fuertes y la interior curvada hacia el interior y de menor tamaño.
Volviendo de nuevo a las fuentes históricas, siempre se dice que los dragones escupían fuego. Hay muchas teorías sobre cómo esto era posible y la más precisa y acertada creo que es la de Mira Hopffman, maga alquimista y bióloga de la escuela de Nant'Urat:
"Los dragones exhalaban un aliento ardiente capaz de fundir el metal y que provenía del interior de sus cuerpos. Eso es lo que todo el mundo sabe sobre los dragones. Pero ¿cómo se producía este fuego? Nunca se ha escrito sobre ello pero si observamos el único descendiente de los dragones actual, la serpiente voladora, ésta escupe un hálito corrosivo que varía según el hábitat en el que se encuentre. Este aliento (fétido, inflamable, cegador, paralizante...) se genera en un estómago aparte de la serpiente, una especie de buche, en el cual unos gases y ácidos especiales convierten lo que la serpiente ingiere en una especie de saliva, que, como digo, cambia de efecto según la especie. Cabe pensar pues, que en los dragones pasaría algo parecido, pero a una escala mucho más grande[...]"
Como último apunte sobre los dragones, se cree que el motivo de su extinción fue la guerra contra los Demonios (ver Elvetris y Demonios), pues los Elvetris usaban dragones domesticados como monturas de guerra. Seguramente, cuando sus dueños fueron aniquilados por las legiones demoníacas y exiliados en diversos confines de Eldia, los dragones se ocultarían en remotos lugares o quizá perecieran también a manos de los Demonios. ¿Por qué los Elvetris no salvaron a sus preciadas monturas con ellos en sus refugios? Curiosamente, en ningún relato de la Era del Exilio se menciona a ningún dragón. Quizá fuera demasiado costoso mantener a estas criaturas o puede que ya para entonces no quedase ningún dragón domesticado entre ellos... nunca lo sabremos. Lo que sí sabemos es que tenemos unos cuantos huesos y escamas petrificadas a lo largo y ancho del mundo conocido, y una especie de ofidios voladores como pruebas de que en otro tiempo, en nuestro mundo, hubo criaturas tan fabulosas como los Dragones.


Grifos

El grifo es una criatura híbrida, cruce entre águila y león, de origen desconocido. Mientras que muchas criaturas híbridas han surgido a raíz de macabros experimentos mágicos fallidos (o exitosos también), el grifo es mucho más ancestral y noble que cualquier aberración mutante. El hábitat natural de los grifos son las más altas montañas del sur de Gasalia, sobre todo las circundantes al Gran Desierto. En Kumhai, en la Cordillera Roja, los hombres oscuros, los aswadii, crían una raza de grifos dorados para usarlos como transporte aéreo para desplazarse por las dunas del desierto. Sólo miembros del Clan Asad-yhm pueden críar a estas excepcionales bestial y, por un módico precio, cualquier viajero puede contratar a un jinete asadita y a su montura para poder desplazarse entre los distintos asentamientos aswadii del Desierto. La ruta comercial más importante es la Shuram-Kumhai-Marush. El sur queda vetado para todos los extranjeros pero se sabe que muchos grifos salvajes (de plumas rojizas, pelaje pardo) emigran durante el invierno hacia más allá de las Tierras de la Niebla y los Baldíos Oscuros, lugares de proveniencia de los orcos, por cierto (consultar Criaturas de Gasalia (1)). El uso de los grifos como montura rememorará a muchos el particular uso que hacían los Elvetris de los dragones, pero con la diferencia de que los aswadii no usan los grifos para la guerra. Sólo para vigilar, socorrer y transportar.
Los grifos son considerados criaturas excepcionales porque el vínculo que crean con su jinete desde que rompen el cascarón es sólo comparable al que tienen algunos perros, pero de una forma mutua. Jinete y Grifo emparejan sus pensamientos de forma sincrónica. Esto sólo puede explicarse porque estas bestias poseen un ligero poder mágico que se concentra en su percepción sensorial, en el cerebro, de tal manera que el vínculo con su jinete es real, tangible incluso. Por eso los grifos no se montan con bridas y los asaditas no llevan espuelas. Para sujetarse en el aire usan unos arneses que se ajustan en torno al pecho y la cintura, dejando los brázos móviles y las piernas libres para cualquier tipo de maniobra. Para los jinetes inexpertos o "paquetes" (como denominan a los que alquilan los servicios de un jinete de grifos) se utilizan unas sillas de cuero ligeras que se colocan en la parte posterior del lomo del animal. Por supuesto, aunque son criaturas fuertes y entrenadas para viajes largos, los grifos no pueden cargar con más de dos personas, más que nada por espacio práctico. Su envergadura es algo mayor que la de un caballo de guerra, pero sus huesos son ligeros como los de los pájaros. Capaces de alcanzar los 200km/h, son la principal fuente de ingresos del clan Asad-yhm y el transporte más seguro por las tierras arenosas del Desierto.


Mantícoras

Otra híbrida e inigualable criatura: la mantícora. Su cuerpo es como el de un gran felino y su cabeza se encuentra coronada por una majestuosa melena. El rasgo más característico de las mantícoras es su cola, muy similar a la de los alacranes. Aunque el nacimiento de la cola sea de carne y hueso, el extremo se recubre de una capa quitinosa como la de los insectos y justo en la punta unas glándulas segregan un veneno paralizante que si bien no es letal, ayuda a que las afiladas garras y poderosos dientes de la mantícora terminen con sus presas. Hay dos especies de mantícoras: las voladoras y las terrestres. Las aladas son más pequeñas, al igual que la espesura de su melena. Las terrestres son bastante más grandes y voluminosas, pero su número es bastante más reducido. El hábitat de las aladas es compartido por el de los grifos del Gran Desierto y son enemigos naturales de éstos. Por el contrario, las terrestres viven en diversos puntos de todo el mundo: islas, montes, cuevas, pantanos... a excepción de bosques, las mantícoras de tierra se han encontrado por todo Gasalia y alrededores, aunque eso sí, nunca en abundantes manadas como las voladoras de la Cordillera Roja, sino en pequeñas familias de tres o cuatro miembros, increíblemente territoriales.
Las alas de la mantícora voladora son membranosas, como las de los murciélagos... o los dragones. Los antiguos clasificaban a las mantícoras como dracónidos por este simple rasgo, aunque con el tiempo se ha esclarecido que no tiene nada que ver con los majestuosos dragones, si no más bien con un accidente de naturaleza mágica. La teoría más aceptada es que, en tiempos antiguos, probablemente durante los años posteriores a la Era del Exilio, alguna raza montesa de leones se refugió en las galerías subterráneas de la Cordillera Roja y encontrasen algún foco de maná (un foco de maná es una "poza" natural de magia en estado puro, generalmente muy volátil y que el Gremio de Magos se encarga siempre de proteger y aislar por motivos de seguridad). En aquella cueva probablemente vivieran murciélagos y escorpiones entre la oscuridad y por algún movimiento de tierra o desprendimiento de rocas, el foco de maná habría detonado, provocando que la esencia de todas las criaturas que allí se encontraban se entremezclase en sus códigos genéticos, surgiendo así la "mutación". Al ser los murciélagos y los escorpiones criaturas más pequeñas, una alteración de tal magnitud seguramente los matara a todos, pero no fue así con los leones, los cuales seguirían viviendo y multiplicándose, dando lugar al cabo de los años, a esta nueva especie de mantícoras. Como toda mutación accidental, siempre hay errores, y con toda seguridad las mantícoras terrestres fueran esa clase de error evolutivo que terminó por escindir ambas especies de forma radical.
Como he dicho antes, las mantícoras voladoras son enemigas de los grifos. Esto proviene de su rasgo extremadamente territorial y hostil. A pesar de ser criaturas realmente difíciles de reducir y mucho menos de matar, se tiene constancia de que durante la guerra contra los orcos, en la cara norte de las montañas de Ralayaun (El límite del Desierto. Más alla se encuentran las Tierras Baldías y de la Niebla), los salvajes orcos consiguieron montar algunas pocas quimeras aladas y usarlas en batalla. Según las crónicas aswadii de la época, el dominio de los orcos sobre aquellas criaturas era incomparable y gracias a ellas pudieron avanzar con relativa facilidad hacia el norte de todo el Desierto del Sol. Cuando los orcos invasores llegaron a la Cordillera Roja su avance se frenó principalmente porque los jinetes de grifos asaditas tenían experiencia de varios siglos combatiendo contra las quimeras y conocían sus puntos débiles. Nunca más se ha vuelto a ver una quimera domesticada por ninguna otra raza en todo Gasalia desde entonces.



Kraken


Uno de los seres marinos más temibles que existen en todo Eldia. Los kraken son parecidos a enormes calamares porque tienen tentáculos, ojos circulares situados a ambas partes de su cabeza... pero su boca se compone de una miríada de dientes y su cuerpo, la jibia, el lomo o espalda, es totalmente acorazado. Las placas protectoras del kraken convierten su cuerpo en un bastión impenetrable y con una fuerza de choque impresionante. Tan grandes como ballenas azules, arremeten contra los arrecifes de coral propulsados con sus decenas de tentaculos y golpean la roca con su durísimo caparazón. De esta manera obligan a los habitantes de los corales a huir despavoridos, momento en el cual el kraken expulsa su tinta cegadora y atrapa con sus ventosas a sus desesperadas víctimas. Cuando cazan criaturas más grandes, tales como tiburones o las mencionadas ballenas blancas, usan sus tentáculos para inmovilizar a su presa y devorarla lentamente. Son cazadores implacables. Sus únicos enemigos son otros kraken o, cuando ya están viejos, sus placas protectoras, que comienzan a agrietarse, permiten a los microbios y pequeños peces del océanos hacer su hogar entre las fisuras de su caparazón. Es entonces cuando su carne es vulnerable y acaban muriendo sin remedio ante el ataque incesante de millones de minúsculos seres que devoran e infectan sus órganos internos sin posibildiad de desprenderse de ellos.
 Los Acuáticos mantienen vigiladas gran cantidad de corrientes abisales por miedo a que alguno de estos seres entre en ellas y acabe llegando a alguna de sus ciudades submarinas... o ascienda a la superficie, donde son una verdadera amenaza si se acercan demasiado a zonas de tierra habitadas. Por no hablar de si se topan con algún barco. Existen relatos de balleneros y exploradores de los Mares Gélidos que cuentan cómo actúa un kraken al encontrarse con un barco. Da igual lo bien armado o acorazado que esté. El kraken se sitúa justo debajo de éste y con sus tentáculos, hace presión sobre la cubierta del navío y lo estruja y parte como si de un cascarón se tratase. Muy pocos han sobrevivido a un ataque de un kraken y, desde luego, ningún barco que haya sufrido su "abrazo" ha vuelto jamás a puerto.
Cuando se da el caso de que un kraken hambriento se aproxima a una ciudad acuática, las sirenas hechiceras se encargan primero de tejer fuertes redes mágicas alrededor de sus tentáculos para obligar al kraken a maniobrar más. Aunque alcanza enormes velocidades, debido a su longitud (en torno a los 30m) maniobra de forma dificultosa y es entonces cuando los mirmidones defensores salen armados con largos arpones y ganchos curvos para cegar sus grandes ojos, herir las glándulas por las que expulsa la tinta e inmovilizarle en el fondo con enormes cadenas. La gente del agua no suele matar a un kraken a no ser que sea totalmente necesario. Los kraken, según ellos, mantienen un importante equilibrio en el océano y son imprescindibles para el óptimo desarrollo de todas las otras criaturas. Para algunos círculos religiosos, sobre todo aquellos que se encuentran en lo más profundo de las Fosas de Maj-shaim (una región abisal del Mar del Hielo), los kraken son considerados criaturas divinas, presagistas de grandes acontecimientos y de prosperidad para los mares. Su tinta es un bien extremadamente preciado. Usado como ofrenda, fetiche, ingrediente alquímico por magos acuáticos... o, al menos en la socidead acuática, como simple elemento de ostentación.


Tortugas gigantes (Chred-uka)


Otra criatura marina que guarda una fuerte relación con los acuáticos es la tortuga gigante. (en lenguaje acuático chred = tortuga, uka = muy grande, gigante). Estas pacíficas y longevas (alcanzan más de 300 años de edad) criaturas fueron determinantes en los tiempos en los que los acuáticos seguían siendo un pueblo hostil y desconocido para las razas terrestres. Debido al aumento de pueblos anfibios (los asentamientos costeros o fluviales de los acuáticos se denominan así, al igual que sus habitantes) se hacía necesario un sistema de transporte entre la superficie y el las ciudades subacuáticas. Entonces pensaron que el caparazón de las crhed-uka adultas, de mas de 4m de diámetro, podrían servir para tales fines. Se creó así el oficio de "pastor de tortugas", pensado para dirigir a las caravanas de tortugas desde las ciudades submarinas hasta las aldeas anfibias del continente y las islas. Estas tortugas se clasifican como criaturas especiales porque se consideran reales las historias de los grabados acuáticos que cuentan cómo Leviatán, la tortuga que llevó sobre su concha a la fabulosa ciudad de Ys, dejó una gran puesta de huevos antes de fallecer. De aquellos huevos nacieron miles de tortugas que se convertirían en las primeras tortugas gigantes de la Historia. Dado que Leviatán era una criatura de origen mágico, sus hijas, lógicamente,  también guardan ese remanente mágico. Se ha comprobado en numerosas ocasiones, por ejemplo, cómo estas tortugas son capaces de soportar 10 veces su peso y su concha es muchísimo más resistente que la de sus parientes menores y no-mágicos.  De hecho, cuando las tortugas adultas mueren, los guerreros acuáticos fabrican escudos con sus caparazones, montan balsas y refuerzan murallas. También se utilizan como elementos decorativos. Cualquier acuático consideraría una ofensa hacia Leviatán y sus hijas que un caparazón de tortuga se quebrase a propósito. Sin embargo, existe un mercado negro con sus caparazones bastante problemático, pues los habitantes de las islas Estiales tienen la creencia popular de que beber sopa aliñada con caparazón de tortuga gigante alarga la vida y fortalece el cuerpo. Los piratas del Mar Cerúleo interceptan las famosas caravanas de tortugas para matar sin piedad a las indefensas tortugas y, de paso, hacerse con las mercancías que transportan, a la vez que cobran una millonada a los alquimistas de las islas. Por esa razón, los pastores de tortugas se militarizaron desde hace unos años y conforman una parte imprescindible ya no solo en el comercio de todo el mundo acuático, sino también un importante filón de mercenarios y guerreros muy valorado en la sociedad marina.


Seres Elementales


Los seres elementales no pertenecen a nuestra realidad. Se sabe que el universo se compone de distintos "planos", de realidades que existen en otro nivel diferente al nuestro, pero que se rigen por las mismas normas de tiempo y espacio que la nuestra. Gracias a eso, podemos establecer contacto con ello. La prueba irrefutable de ello es el Gran Portal de Aganibor, por el que los Demonios llegaron a Eldia. No se sabe si pertenecen a nuestro plano existencial o a otro, de eso hay muchas teorías aparte, pero lo que sí está claro es que la comunicación entre mundos distantes es posible. Los seres elementales viven en realidades donde todo en ellas es un Elemento Único. De esta manera existen planos de fuego, agua, tierra y aire. (consultar Las escuelas de la magia) Pero también hay planos complejos como el nuestro en el cual sus habitantes son formas vivas de elementos complejos que también encontramos en nuestro mundo. De estos tipos hay gran cantidad de ellos en nuestro mundo. Algunos de estos seres elementales ha encontrado el acceso a Eldia por casualidad, otros buscaron su lugar aquí, otros probablemente nacieran en él a partir de fuentes de maná, otos han sido llamados por magos a lo largo de los siglos y algunos pocos, creados artificialmente. Estos seres elementales poseen numerosas naturalezas, generalmente acordes al tipo de elemento que hacen gala. Su forma varía mucho, desde amorfas masas de energía pura a concretas representaciones de otro tipo de seres vivos. De estos últimos encontramos muchos en todas las creaciones mágicas: golems, protectores de fuentes de maná, guardianes de criptas y lugares sagrados... dado que la energía de los seres elementales es totalmente imperecedera hasta que su Núcleo se quiebre (algo que sólo puede ocurrir por la fuerza o por la propia voluntad del ser), siempre los encontraremos en aquellos lugares que los mortales queremos que sean conservados y defendidos por durante siglos enteros.
Algunos Elementales poseen la capacidad de hablar, pero son los que menos. Normalmente sólo hablan los creados por magos o aquellos que desarrollan facultades cognitivas gracias a la propia magia, pero esto es todo un quebradero de cabeza para los maestros invocadores y para los biólogos, pues no se sabe hasta qué punto un Señor de los Árboles (comúnmente llamado "treant") es un ser con voluntad de pensamiento, un elemento mágico que puede crear ideas o un ser mágico que como tal puede comunicarse con nosotros pero que no dista mucho de una tortuga gigante o un grifo.