30 ago 2011

Los pueblos de Gasalia: Enanos


ENANOS


La raza de los Enanos es una de las más pronunciadas mutaciones que sufrieron los antiguos Elvetris. La familia del Patriarca Od’Ain, se había refugiado en las altas torres del norte, en la fortaleza de Uraten. Tras el cataclismo que convirtió el mundo en inhabitable y mortal para los Demonios, éstas torres, construidas con magia, estuvieron a punto de ser la sepultura de toda la familia de los Od’Ain, pues se convirtieron en roca y arena, tapándose puertas y ventanas. 


La luz del sol dejó de brillar en Uraten y ya muchos Elvetris sucumbieron a la claustrofobia. Además, el sabio Od’Ain sabía que hacer magia atraería a cualquier demonio que aún permaneciera en Eldia, por lo que ordenó que para alumbrar el interior de Uraten se habría de hacer manualmente. Sin una pizca de magia.


Pasaron muchos años y la transformación en roca no fue lo único que modificó Uraten. También su interior se vio alterado. Los Elvetris, seres altos, bellos y acostumbrados a la luz, sentían cómo sus cuerpos se achataban y acomodaban a la nueva forma que los túneles de las montañas les ofrecían.



Casi nadie de la familia de Od’Ain había participado en la construcción de las torres de Uraten y menos aún conocían todos sus recovecos, por lo que organizaron grupos de exploración hacia el interior de la montaña para descubrir lugares más amplios y seguros en los que asentarse.

Caminaron y se arrastraron por eternos túneles de piedra, apenas iluminados con lámparas de aceite y cristales que brillaban en la oscuridad. Tanto caminaron, siempre descendiendo, que ni se dieron cuenta de que sus piernas, antes largas y esbeltas, ahora eran cortas y anchas, para poder pisar más firmemente en la oscuridad.


Finalmente, llegaron a una antigua red de cámaras que los constructores de Uraten habían diseñado para guardar todo tipo de reliquias de los Elvetris. Estas cámaras estaban dispuestas en círculo en torno a un gran torreón de casas y salones subterráneos ingeniosamente construido en el corazón de lo que era el macizo de la montaña. Antes, seguramente aquello habría estado al aire libre y la belleza de la luz se reflejaría en los marcos dorados de las grandes puertas, las columnas de mármol y las losas de granito.
Ahora aquello daba igual. A los Od’Ain les interesaba aquella seguridad. La oscuridad y la profundidad, a la que muchos habían temido, ahora era su principal comodidad. El único medio en el que se sentían seguros.


Tras pasar casi cien años, los habitantes de Uraten conformaron una nueva sociedad cimentada en la fuerza de la roca. La luz era algo que habían olvidado pero aún permanecían los cultos al Fuego, su única fuente de luz en aquellos túneles. La magia era algo prohibido por el Patriarca e incluso tras su misteriosa desaparición, la magia se mantuvo vetada y acabó por ser olvidada.


El lenguaje tambien se transformó. De un lenguaje suave y elaborado, pasó a convertirse en uno tosco y sencillo, para poder comunicarse entre los túneles  y los conductos oscuros con facilidad. También la escritura cambió. Se pasó a una forma primitiva de escritura con cuñas sobre piedra o tablillas.


La alimentación se basó en topos gigantes, raíces, hongos y grandes setas y algún que otro insecto de las profundidades.


La abundancia y cercanía a grandes vetas de minerales preciosos incentivó la minería y la orfebrería, así como la construcción de armas y herramientas.
Las armas acabaron por ser una necesidad, pues en algunas profundidades ignotas, habitaban seres hostiles y desconocidos que suponían una seria amenaza. Así es cómo, entre otras cosas, los enanos son reconocidos por su enorme habilidad minera y metalúrgica, pues requieren de estos conocimientos para sobrevivir.


Políticamente, siguiendo la jerarquía del Patriarca Od’Ain, se nombró un Patriarca a través de sus descendientes y de éstos se instauraría la figura del Ask, el Primero entre los Enanos y para facilitar el gobierno en la inmensidad de la montaña, se instauraría un Ask por cada estrato de ésta (superior, medio e inferior) creándose el inicio de lo que en un futuro acabaron siendo los primeros Clanes. La estructura de los Clanes se mantuvo a la jerarquía de los Ask, pero el gobierno de Uraten y alrededores se hacía de manera compartida, en un Consejo de Clanes, sin un jefe superior. Eso sí, cada Clan mantenía su propia lealtad hacia cada uno de los diferentes Ask que lo dirigían.


Otro símbolo de identidad Enana fue la barba de los hombres.


La leyenda cuenta que los primeros Enanos que abrieron una brecha hacia el exterior descubrieron algo que ninguno sabia qué era, pero que estaba muy frío y blanco. Como las pieles escaseaban en el interior de la montaña, pensaron que si se dejaban las barbas largas, aguantarían mejor el frío.


Así fue como la raza de los enanos quedó definitivamente formada: bajos, fuertes, gruesos, velludos y estoicos.


El exterior de Uraten acabaría también por ser parte de los dominios de los Enanos, sobre todo la región del valle central de Dolmenia, (llamado así porque las casas de piedra que construyeron recibían el nombre de dólmenes) y los agrestes acantilados del oeste, Kandenia.


Únicamente el vasto y salvaje norte, donde las montañas sólo conocen el color blanco y el agua deja de correr para transformarse en hielo puro, sería una frontera intraspasable para ellos y para cualquier otra raza. Muchas cosas se contaban sobre aquella tierra helada, como por ejemplo, que muy al norte, habitaba un poderoso Gigante de hielo que custodiaba la única veta de Cristalferro de Eldia. (El cristalferro es uno de los minerales míticos más famosos que los enanos poseen en sus escritos y leyendas).
 

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Como apuntes extra, señalar que los Enanos, a pesar de ser muy hogareños y de familias muy extensas (¿quién no ha conocido a un Enano que tiene primos en cada tasca o mina de Eldia?), les encanta aventurarse hacia lo desconocido y viajar. Algo que comparten con los Humanos de las planicies, por lo que tras expandirse hacia el sur, Enanos y Humanos formaron la primera alianza de pueblos de Gasalia debido a estas similitudes e intereses compartidos.

Ah sí, y al contrario que lo que muchos Elfos piensan, los Enanos no surgen de las entrañas de la tierra como si fueran trols del fango… las mujeres enanas funcionan igual que el resto de féminas de las otras razas y lo de que también tengan barba es mentira. Aunque muchas enanas muestren un carácter muy recio, son excelentes guerreras y exploradoras, además de ser bastante más inteligentes en muchos aspectos, lo cual explica que casi todos los supervisores de obras en las minas sean mujeres.

 Luego está el hecho de que los hombres consideran a las mujeres de un valor incalculable por su habilidad en la cocina. Yo no puedo estar muy seguro porque no soy enano, pero en mis viajes una vez me hospedé en un dólmen cerca de Kand’Urat (la ciudad mas grande de Kand’Urat) y la mujer, Dorotea, madre de cinco chiquillos, preparó el mejor estofado de cabra montés que he probado en mi vida. Al día siguiente fui de caza con Fanran, el padre de familia, y en un descanso comimos un mejunje de setas embutidas en tripas que él mismo había preparado.

Entonces sí que pude entrever ese valor que le dan los hombres enanos a sus mujeres.